Algunos estudios, en individuos que cursan con DM1, DM2 y prediabetes, evidencian que el orden de ingestión de los alimentos en una comida tiene distintas respuestas en la glucemia postprandial.
Esta glucemia determina, en primer término, la respuesta insulínica, que a su vez estimula la captación de glucosa y el proceso de glucogenogénesis o, en un estado de suficiencia energética, estimula la lipogénesis.

Pero no solo esto, parece ser que el orden los alimentos podría también modificar el patrón de la ingesta, mejorando el consumo de vegetales y reduciendo el de farináceos:
Resumen:
Comer en este orden: vegetales – proteínas – carbohidratos en una comida podría conducir a un mayor control del azúcar en sangre en personas con diabetes y se podría pensar también que puede ser útil en el control del sobrepeso, obesidad y síndrome metabólico, gracias a una disminución del mecanismo de formación del tejido adiposo.
Esta estrategia, ha demostrado además, suponer un cambio favorable de hábitos aumentando las raciones de verduras y hortalizas disminuyendo las de farináceos y féculas.
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